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Primer equipo

A por la última victoria en casa de 2019

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Será un último partido en casa atípico porque el domingo de la semana que viene se jugará el derbi ibicenco contra la Peña Deportiva en el Municipal de Santa Eulària. Pero aunque se espera que una marea celeste suba a la Vila des Riu para apoyar al equipo, los jugadores de Pablo Alfaro quieren regalarle mañana (12 horas) a Can Misses una victoria para cerrar 2019 como locales. El rival será el Marino de Luanco, un conjunto en alza que visita un campo que ha sido una fortaleza inexpugnable durante el año que está a punto de terminar. En estos doce meses, el Ibiza ha conseguido trece victorias y tres empates en dieciocho partidos. Unos números excepcionales en su feudo que el equipo insular quiere redondear “contra un rival que será muy incómodo”. Así definió Alfaro al Marino en la rueda de prensa del viernes. Los asturianos arrancaron la temporada en los puestos bajos de la clasificación al perder los tres primeros partidos de liga, pero han sabido salir con ímpetu de la zona baja.

El conjunto luanquín ha ganado las dos últimas jornadas y, desde la octava fecha del campeonato, cuando comenzó su reacción, ha sumado 16 puntos de 21. A Ibiza llegará con el condicionante de haber jugado Copa del Rey entre semana (cayeron eliminados el miércoles en el campo del Logroñés), pero Alfaro tiene muy claro que el Marino sabrá exhibir sus armas en Can Misses: “El partido va a tener su enjundia. [Ellos] tienen muy claro a qué van a venir y cómo conseguir lo que quieren. El Marino es un equipo que juega directo. Nosotros trataremos de contrarrestarlas llevando el partido donde más nos interesa”.

Alfaro –que contará con las bajas de Gonzalo, por lesión, y Quintanilla, que sigue recuperándose de su lesión– no oculta una de mejores bazas del Ibiza: el cuerpo técnico no lo tiene difícil cuando busca generar ambición en el grupo. Por ejemplo, para despedir el año en casa con una nueva victoria. Así lo demostró Diego Mendoza, que cuando compareció el miércoles ante los medios explicó que el equipo logra buenos resultados porque “el que está atrás exige al que está arriba”. “Todos queremos jugar y eso está bueno para el grupo. Somos un equipo bastante regular que hace buenos partidos en casa. Vamos a tratar de hacerlo de la misma manera [contra el Marino]”, dijo el delantero argentino. “La motivación les viene de fábrica [a los jugadores] y, además, los conductores del grupo, los más veteranos, tiran mucho de los más jóvenes”, añadió el viernes Alfaro, que se encontrará en el banquillo rival con un viejo conocido de sus años como futbolista.

El entrenador del Ibiza se enfrentó muchas veces a Oli en el campo. Alfaro explicó en rueda de prensa que guarda un gran recuerdo de esos duelos hombre a hombre con el asturiano (que pasó por Oviedo, Betis y Cádiz), entrenador del Marino desde hace tres temporadas. Alfaro le deseó toda la suerte del mundo para esta campaña a aquel delantero centro al que tuvo que marcar en tantas ocasiones. Eso sí, “a partir de las dos de la tarde” de mañana, cuando suene el pitido final del Ibiza-Marino con la victoria que ansían los celestes para encarar a todo gas la semana prenavideña.