Ibiza y Mérida empataron sin goles en el Palladium Can Misses. Un difícil encuentro marcado por el fuerte viento y en el que costó dar con la tecla para superar a la defensa romana. Los de Romo llevaron el peso del partido durante las dos mitades, pero el buen planteamiento de los visitantes sumada a la mala fortuna en alguna de las ocasiones celestes evitaron que los tres puntos se quedaran en casa.
El partido comenzó con un juego trabado, con poca fluidez y sin demasiadas ocasiones. La primera clara la tuvo el Mérida. En el minuto 15, Sequeira intervino con una buena parada a un remate de cabeza de Mizzian, evitando el primero de los romanos.
La réplica celeste llegó minutos después a través de Soko, con un potente disparo desde dentro del área que repelió muy seguro Palomares.
El viento dificultaba el juego de manera importante, haciendo que los pases en muchas ocasiones no llegaran a su destino y se quedaran por el camino.
Sulei generó peligro constante por banda izquierda. Durante algunos minutos, él y Javi Jiménez fueron los que llevaron el peso de los acercamientos al área emeritense, pero la zaga visitante pudo sacar cada balón que se colgaba al área.
En el 36 pudo haberse señalado un penalti a Eugeni, zancadilleado por detrás justo antes de que conectara con el balón. La jugada se protestó efusivamente por jugadores y afición en lo que a priori parecía un penalti claro, pero que no tuvo ningún castigo por parte del colegiado.
Hubo un par de acercamientos más a la portería romana antes del descanso, pero sin conseguir ese primer tanto que hubiera dado algo de tranquilidad a los baleares.
La segunda parte comenzó con un Mérida más volcado arriba y no tan encerrado atrás. Los romanos pisaron el área local en alguna ocasión, pero la zaga ibicenca pudo contener bastante bien las intentonas pacenses.
En el 59, el Ibiza dispuso de una muy clara, esta vez a balón parado. Un centro teledirigido de Gallar al corazón del área fue rematado por Soko de cabeza. El balón se fue inexplicablemente fuera para desgracia de los nuestros.
A partir de ese momento se vio un Ibiza aún más ofensivo, pero no demasiado preciso en los últimos pase.
Olabe, que acababa de entrar al terreno de juego, tuvo una muy clara a falta de 20 minutos para el final. Su disparo desde dentro del área llevaba más colocación que potencia, pero no terminó cogiendo portería y se marchó por encima del larguero.
El asedio celeste se prolongó durante bastantes minutos más. Los de Romo, volcados en ataque, dejaron espacios atrás que hicieron que el Mérida tuviera alguna ocasión con cierto peligro aprovechando ese vacío en defensa.
Ya en el tiempo de prolongación, Unai Medina tuvo la más clara del partido. Tras regatear a dos defensores, el vasco disparó con pierna izquierda con tan mala fortuna que el balón se estrelló el larguero.
Después de esa oportunidad fallada, el árbitro señaló el final. Dos puntos que se escapan en un partido en el que el Ibiza se mereció algo más.
El próximo encuentro nos llevará hasta Málaga, donde nos enfrentaremos al equipo de la Costa del Sol en La Rosaleda el domingo 3 de marzo a las 12:00 horas.