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Primer equipo

Pablo Alfaro, año I

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Comentaba hace unas semanas Pablo Alfaro con los periodistas que cubren la actualidad del Ibiza que pronto se cumpliría un año de su llegada a la isla. No se le olvida al entrenador que debutó en el club celeste poco antes del cumpleaños de su hija. Su primer aniversario al frente del Ibiza se cumple esta semana. El 28 de febrero de 2019 se anunció oficialmente el fichaje de Alfaro y el 3 de marzo se sentó por primera vez en el banquillo de Can Misses. El rival fue el San Fernando gaditano y el encuentro terminó con empate a un gol. 

Doce meses, partidos en dos temporadas distintas, que han pasado volando y dejan un poso de buenos resultados. “Vengo con todo el ánimo y el afán de crecer con el club, de formar parte de esta estructura y empaparme de lo que se quiere conseguir con este proyecto”, dijo el aragonés cuando Amadeo Salvo y Fernando Soriano lo presentaron en la sala de prensa de Can Misses. El carácter ganador que quería imprimirle a los jugadores ibicencos se ha convertido en una seña de identidad de la plantilla que gestiona. Los números de la era Alfaro explican el cincuenta por ciento del crecimiento deportivo del Ibiza. Los celestes han ganado el 54 por ciento de los partidos oficiales que han jugado a las órdenes del aragonés. Es decir, 23 de 42, a los que hay que añadir once empates. Un balance positivo que se completa con 64 goles a favor y 34 en contra, datos que demuestran la buena salud de un bloque que no acostumbra a fallar. 

De marzo de 2019 a marzo de 2020, el Ibiza solamente ha perdido ocho veces. La primera llegó en el segundo partido de Alfaro como míster: 3 a 1 en el campo del Marbella. El equipo respondió con una espectacular racha de diez partidos sin perder para acabar en puestos de Copa del Rey dentro del grupo IV de Segunda B. Los siguientes seis tropiezos ligueros son las excepciones que confirman el buen rendimiento ibicenco esta campaña. Tras mudarse al grupo I, el Ibiza viaja en el vagón delantero desde los primeros compases del campeonato. La política de rotaciones del cuerpo técnico –formado por Antonio Méndez (segundo entrenador), Álex Prieto (preparador físico) y los entrenadores de porteros Juanjo Valencia y Roberto García– ha dado protagonismo a casi todos los integrantes de una plantilla que alcanza la recta final con la carga de minutos muy repartida.

La otra mitad del estirón al que hizo referencia Alfaro en su primera intervención ante los medios se entiende analizando el compromiso de unos futbolistas que han sabido conectar con una afición cada día más numerosa. Se demostró el día en que el Ibiza perdió el partido que completa la lista de ocho derrotas sufridas durante el último año. El rival fue el Futbol Club Barcelona, un “tótem” del balompié a nivel mundial, como le gusta decir a Pablo Alfaro. Para muchos, el Ibiza fue el ganador moral de los dieciseisavos de final de Copa del Rey. No solamente por las siete mil personas que se reunieron en Can Misses el pasado 22 de enero. También por la forma de jugarle a los blaugrana, de poder a poder, sin complejos, una fórmula que llevó a los celestes a acariciar la hazaña tras mandar en el marcador durante una hora de partido gracias a un chut de Javi Pérez que rebotó en el muslo de Pep Caballé antes de entrar en la portería de Neto. La noche más especial que ha vivido Alfaro como entrenador del Ibiza, el prólogo de los sueños que aún están por cumplir. Por delante, las once jornadas finales de la temporada 2019/2020, casi las mismas que quedaban cuando aterrizó en la isla hace 366 días.